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Medellín El Valle en donde se ubica Medellín estaba habitado por pueblos indígenas; fue visto por los españoles, por primera vez, apenas 50 años después del arribo de Cristóbal Colon a las Bahamas, en agosto de 1541 durante una expedición al mando de Jerónimo Luis Tejelo, quien a su vez obedecía órdenes del mariscal Jorge Robledo, nombrándolo como Valle de San Bartolomé de los Alcázares

Medellin Colombia  una población en Hispania a la que llamó Metellinum. Se trata de la actual Medellín de Extremadura, en la provincia de Badajoz. Un conde de esa localidad de Medellín de Extremadura, don Pedro Porto Carrero y Luna, presidente del Consejo de Indias de España, consiguió una autorización para llamar Medellín a una nueva fundación americana, debido a su interés en que otra recién fundada villa de ultramar fuese reconocida por la España peninsular. 

A través de la historia, Medellín ha sido llamada con diferentes nombres: Aburrá de los Yamesíes, San Lorenzo de Aburrá,  San Lorenzo de Aná, Valle de San Bartolomé de los Alcázares, Villa de la Candelaria de Medellín y, finalmente, se ha llamado  Medellín. 

Aunque se conoce de manera general, desde el punto de vista de los conquistadores españoles, acerca de la población prehispánica que habitó la región donde se asienta Medellín Colombia que hoy conocemos como el Valle de Aburrá, donde también se asienta el Área Metropolitana de Medellín, el recuento se limita a nombrar unas tribus aborígenes y la manera como la agricultura y otras prácticas religiosas eran llevadas a cabo pero la especificidad de la dinámica total de esas culturas se cuenta es más desde el punto de la reconstrucción arqueológica que desde la reconstrucción histórica por parte de los descendientes de esas tribus quienes fueron exiliados, en su mayoría, a la parte norte del departamento de Antioquia y forzados al pasar los siglos a asumir la cultura española de los conquistadores. 

Muchos son los nombres que vagan por la memoria de la ciudad y el departamento de Antioquia asociados con caciques, leyendas y tradiciones, y son ellos casi los únicos vínculos que se conservan con los ancestros indo  americanos. Catíos, Nutabes, Tahamíes, Yamesíes y Niquías, son algunos de los apelativos de aquellos pueblos eliminados de la faz de la región y que en conjunto se denominaron aburraes por el hecho de habitar el Valle de Aburrá

Hoy día, en 2007, estudios científicos arqueológicos comienzan a desplazar las vagas crónicas antiguas sobre el origen de Medellín, y a descubrir poco a poco el rostro de esos primeros habitantes y sus aportes a lo que llegaría a ser la identidad del paisa y del medellinense. 

Durante el tiempo colonial Medellín no tuvo mucha importancia como centro urbano. El señorío de Antioquia lo ostentarían en esa época la ciudad madre de la región antioqueña, Santa Fe de Antioquia, en el occidente del departamento, la ciudad de Rionegro en el oriente, y los pueblos mineros de la zona del Bajo Cauca. Medellín sería una tranquila villa rodeada de hatos sin mayor importancia. 

En la época de la Colonia, la fundación de nuevos asentamientos en el Valle de Aburrá obedeció a la necesidad de intercambio de la capital provincial de Santa Fe de Antioquia con otras regiones del país y del exterior, dada su posición de paso obligado en la ruta hacia el río Magdalena y la costa atlántica. 

Luego, con el transcurso del tiempo, el valle, y en especial Medellín, pasaron de ser una simple estación en las rutas comerciales que provenían de la capital provincial, a convertirse en el nuevo centro político y económico de la región. 

El gobernador Miguel Aguinaga y Mendiogoitia, el 2 de noviembre de 1675, estableció a todo el Valle de Aburrá como una sola jurisdicción, desde el nacimiento del río Medellín hasta el lugar donde cambia su nombre por el de río Porce, es decir, desde el paraje de La Valeria, en el municipio de Caldas, al sur del valle, hasta la localidad de El Hatillo en el municipio de Barbosa, al norte; tres mil personas habitaban entonces la zona. 

Medellín El Valle en donde se ubica Medellín estaba habitado por pueblos indígenas; fue visto por los españoles, por primera vez, apenas 50 años después del arribo de Cristóbal Colon a las Bahamas, en agosto de 1541 durante una expedición al mando de Jerónimo Luis Tejelo, quien a su vez obedecía órdenes del mariscal Jorge Robledo, nombrándolo como Valle de San Bartolomé de los Alcázares

Medellin Colombia  una población en Hispania a la que llamó Metellinum. Se trata de la actual Medellín de Extremadura, en la provincia de Badajoz. Un conde de esa localidad de Medellín de Extremadura, don Pedro Porto Carrero y Luna, presidente del Consejo de Indias de España, consiguió una autorización para llamar Medellín a una nueva fundación americana, debido a su interés en que otra recién fundada villa de ultramar fuese reconocida por la España peninsular. 

A través de la historia, Medellín ha sido llamada con diferentes nombres: Aburrá de los Yamesíes, San Lorenzo de Aburrá,  San Lorenzo de Aná, Valle de San Bartolomé de los Alcázares, Villa de la Candelaria de Medellín y, finalmente, se ha llamado  Medellín. 

Aunque se conoce de manera general, desde el punto de vista de los conquistadores españoles, acerca de la población prehispánica que habitó la región donde se asienta Medellín Colombia que hoy conocemos como el Valle de Aburrá, donde también se asienta el Área Metropolitana de Medellín, el recuento se limita a nombrar unas tribus aborígenes y la manera como la agricultura y otras prácticas religiosas eran llevadas a cabo pero la especificidad de la dinámica total de esas culturas se cuenta es más desde el punto de la reconstrucción arqueológica que desde la reconstrucción histórica por parte de los descendientes de esas tribus quienes fueron exiliados, en su mayoría, a la parte norte del departamento de Antioquia y forzados al pasar los siglos a asumir la cultura española de los conquistadores. 

Muchos son los nombres que vagan por la memoria de la ciudad y el departamento de Antioquia asociados con caciques, leyendas y tradiciones, y son ellos casi los únicos vínculos que se conservan con los ancestros indo  americanos. Catíos, Nutabes, Tahamíes, Yamesíes y Niquías, son algunos de los apelativos de aquellos pueblos eliminados de la faz de la región y que en conjunto se denominaron aburraes por el hecho de habitar el Valle de Aburrá

Hoy día, en 2007, estudios científicos arqueológicos comienzan a desplazar las vagas crónicas antiguas sobre el origen de Medellín, y a descubrir poco a poco el rostro de esos primeros habitantes y sus aportes a lo que llegaría a ser la identidad del paisa y del medellinense. 

Durante el tiempo colonial Medellín no tuvo mucha importancia como centro urbano. El señorío de Antioquia lo ostentarían en esa época la ciudad madre de la región antioqueña, Santa Fe de Antioquia, en el occidente del departamento, la ciudad de Rionegro en el oriente, y los pueblos mineros de la zona del Bajo Cauca. Medellín sería una tranquila villa rodeada de hatos sin mayor importancia. 

En la época de la Colonia, la fundación de nuevos asentamientos en el Valle de Aburrá obedeció a la necesidad de intercambio de la capital provincial de Santa Fe de Antioquia con otras regiones del país y del exterior, dada su posición de paso obligado en la ruta hacia el río Magdalena y la costa atlántica. 

Luego, con el transcurso del tiempo, el valle, y en especial Medellín, pasaron de ser una simple estación en las rutas comerciales que provenían de la capital provincial, a convertirse en el nuevo centro político y económico de la región. 

El gobernador Miguel Aguinaga y Mendiogoitia, el 2 de noviembre de 1675, estableció a todo el Valle de Aburrá como una sola jurisdicción, desde el nacimiento del río Medellín hasta el lugar donde cambia su nombre por el de río Porce, es decir, desde el paraje de La Valeria, en el municipio de Caldas, al sur del valle, hasta la localidad de El Hatillo en el municipio de Barbosa, al norte; tres mil personas habitaban entonces la zona.