Está situada a 79 kilómetros al este de la península ibérica, frente a Denia, 80 kilometro al suroeste de la isla de Mallorca, y 3 kilómetros al norte de Formentera, con unas coordenadas. Su capital es Ibiza y las dos poblaciones más importantes, además de la capital, son San Antonio Abad y Santa Eulalia del Río, y el mayor municipio, San José.
Las islas de Ibiza y Formentera, junto a más de cincuenta islotes el más grande de los cuales es reciben el nombre de islas Pitiusas. Forman un archipiélago diferente al integrado por Mallorca y Menorca, aunque hoy en día se hable del archipiélago Balear y formen parte de la misma unidad administrativa y por ella discurre un solo río, el de Santa Eulalia del Río, único río de Baleares, que desde hace bastantes años permanece seco en buena parte de su longitud por la excesiva explotación de los recursos acuíferos de la isla.
La isla de Ibiza conserva restos arqueológicos fenicios y púnicos, pues fue un enclave comercial relevante dentro de la cultura náutica de este pueblo. Tanto en la ruta del este al oeste como al revés, la isla era punto de paso propicio para los navegantes por los vientos reinantes y las corrientes del mar Mediterráneo. Es desconocido el destino de los pobladores que pudiesen encontrar estos marinos fenicios, pero a todos los efectos desaparecen como entidad propia.
Aproximadamente en la misma época se comienza a urbanizar la ciudad de Ibiza, en la misma ubicación que la actual ciudad, debido sobre todo a su gran puerto, mucho más grande que el actual y a la situación sobre una pequeña colina de unos 100 metros sobre el nivel del mar y un momento indeterminado, la isla quedará dentro de la órbita de las polis fenicias de Oriente Próximo hasta su conquista por los asirios y de Qart Hadasht después, hasta la destrucción de esta última por los romanos el año.
La ocupación extensiva de la isla hará que crezca su producción y riqueza de productos hasta ser nombrada por los historiadores romanos por su lana, higos, los vinos y su sal. Prueba de su auge económico son las acuñaciones propias hechas en la isla desde finales del siglo con el símbolo de la isla, el dios Bes, al que quizás se deba el nombre de en fenicio interpretado como isla de Beš o isla de la Fragancia, entre otras posibilidades, sincretismo del dios de la fertilidad fraternal egipcio. También es buen ejemplo de este auge la fundación en Mallorca de una serie de asentamientos económicos en la zona sur cerca de las salinas para su aprovechamiento, así como de las relaciones económicas con los isleños de la cultura talayótica.
Ibiza aparece ya durante la segunda guerra punica asediada y asolada por los hermanos Escipiones tras su victoria en Cesse, abandonada, sin ser tomada la ciudad, por los romanos, que creen que una flota cartaginesa está de camino. Aparece nuevamente mencionada como última ciudad leal a Cartago cuando el general púnico Magón huye a ella tras ser rechazado por Gadir Cádiz. Magón se rearma en Ibiza y marcha ya a Menorca a reclutar mercenarios y fundar Mahón.
Ibiza no tarda en ser pragmática y se rinde libremente a los romanos, lo que le permite mantener sus sistemas sociales y su cultura púnica hasta bien entrado el principado romano. Es en esta época cuando Ibiza también es conocida como Insula Augusta en continuidad a su nombre sagrado fenicio de isla de Bes. No tarda en recibir el estatus de municipio romano, lo cual le confiere mayores derechos. Esto, sin embargo, no pude frenar la lenta decadencia de este puerto e isla. Tras la elección de Tarraco Tarragona como capital de la provincia de la Tarraconesis, el tráfico marítimo cambia y empieza a tomar unas rutas más cercanas a la recién conquistada Mallorca.
También los romanos comerciaron con las Islas Baleares, que poseían ciertas riquezas como la sal, higos o la extracción de minerales minas de galena-argentífera y minio en s´Argentera – San Carlos, en fenicio, fue el nombre que le dieron los fenicios, y Ebusus su adaptación al latín. Junto a Formentera, se las conoce como las islas Pitiusas, debido a la abundante presencia de pinos de tres clases diferentes. Mientras en las islas mayores habitaban tribus menos desarrolladas culturalmente y con tradiciones bárbaras a los ojos de la cultura helenística, en las Pitiusas vivían gentes de tradición semita, descendientes de emigrantes de Oriente Próximo, Qart Hadasht o las polis fenicias del sur de la península ibérica. La razón para poner este nombre a las islas sólo pudo ser la de no llamarlas islas de los cananeos, que marcaría la pertenencia a dicha órbita, pues pinos, a los que la tradición aduce el nombre, hay tantos o más en Mallorca y Menorca como en las Pitiusas.
En la isla de Ibiza se da el clima semiárido cálido se da en buena parte de las zonas costeras de la mitad sur de la isla y del noreste de la misma, especialmente en el sureste y noreste de la isla. El clima semiárido frío se da en el resto de las zonas de altitud baja de la mitad sur de la isla y del sureste de la misma. Por último, el clima mediterráneo se da en la mitad norte de la isla excluyendo el noreste y en una zona del interior de la mitad sur.
Located 79 kilometers east of the Iberian Peninsula, in front of Denia, 80 kilometers southwest of the island of Mallorca, and 3 kilometers north of Formentera, with coordinates. Its capital is Ibiza and the two most important towns, in addition to the capital, are San Antonio Abad and Santa Eulalia del Río, and the largest municipality, San José.
The islands of Ibiza and Formentera, together with more than fifty islets, the largest of which are called Pitiusas Islands. They form an archipelago different from the one formed by Mallorca and Menorca, although today they speak of the Balearic archipelago and are part of the same administrative unit. and through it runs a single river, that of Santa Eulalia del Río, the only river in the Balearic Islands, which for many years remains dry for a good part of its length due to the excessive exploitation of the island’s water resources.
The island of Ibiza preserves Phoenician and Punic archaeological remains, as it was a relevant commercial enclave within the nautical culture of this town. Both on the route from east to west and vice versa, the island was a suitable crossing point for navigators due to the prevailing winds and currents of the Mediterranean Sea. The fate of the inhabitants who could find these Phoenician sailors is unknown, but for all intents and purposes they disappear as their own entity.
Around the same time, the city of Ibiza begins to be urbanized, in the same location as the current city, mainly due to its large port, much larger than the current one and the situation on a small hill of about 100 meters above the sea level and an indeterminate moment, the island will remain within the orbit of the Phoenician polis of the Middle East until its conquest by the Assyrians and Qart Hadasht later, until the destruction of the latter by the Romans the year.
The extensive occupation of the island will increase its production and richness of products until it is named by Roman historians for its wool, figs, wines and salt. Proof of its economic boom are the mintings made on the island since the end of the century with the symbol of the island, the god Bes, which may be due to the name of Phoenician interpreted as Beš Island or Fragrance Island, between other possibilities, syncretism of the Egyptian fraternal fertility god. The foundation in Mallorca of a series of economic settlements in the southern area near the salt mines is also a good example of this boom, as well as of economic relations with the Thalasi culture islanders.
Ibiza already appears during the second Punic war besieged and ravaged by the Scipio brothers after their victory in Cesse, abandoned, without being taken the city, by the Romans, who believe that a Carthaginian fleet is on its way. It appears again as the last city loyal to Carthage when the Punic general Magón flees to it after being rejected by Gadir Cádiz. Magón rearms in Ibiza and marches to Menorca to recruit mercenaries and found Mahón.
Ibiza does not take long to be pragmatic and freely surrenders to the Romans, which allows it to maintain its social systems and Punic culture until well into the Roman principality. It is at this time when Ibiza is also known as Insula Augusta in continuity to its Phoenician sacred name of Bes Island. It does not take long to receive the status of a Roman municipality, which gives it greater rights. This, however, could not stop the slow decline of this port and island. After the election of Tarraco Tarragona as the capital of the province of Tarraconesis, maritime traffic changes and begins to take routes closer to the newly conquered Mallorca.
The Romans also traded with the Balearic Islands, which possessed certain wealth such as salt, figs or the extraction of mineral minerals from Galena-Argentina and minio in s´Argentera – San Carlos. In Phoenician, it was the name that the Phoenicians gave him, and Ebusus his adaptation to Latin. Together with Formentera, they are known as the Pitiusas Islands, due to the abundant presence of pines of three different classes. While in the greater islands inhabited tribes less developed culturally and with barbarian traditions in the eyes of the Hellenistic culture, in the Pitiusas people lived of Semitic tradition, descendants of emigrants from the Middle East, Qart Hadasht or the Phoenician polis of the south of the Iberian Peninsula. The reason for putting this name on the islands could only be that of not calling them the islands of the Canaanites, which would mark membership in that orbit, because pines, to which tradition adduces the name, there are as many or more in Mallorca and Menorca as in the Pitiusas.
On the island of Ibiza, the warm semi-arid climate occurs in a large part of the coastal areas of the southern half of the island and the northeast of it, especially in the southeast and northeast of the island. The semi-arid cold climate occurs in the rest of the low altitude areas of the southern half of the island and southeast of it. Finally, the Mediterranean climate occurs in the northern half of the island excluding the northeast and in an interior area of the southern half.